Increíble pero cierto, a un altísimo jerarca que tiene la responsabilidad de la seguridad pública se le ocurrió, no hace mucho tiempo, decir que en el sur de la Tamaulipas no necesitamos patrullas ya que los índices delincuenciales en esta región están muy por debajo, comparándolos con los del centro o norte, hágame usted el re c…favor. 

La afirmación hecha ante los empresarios de reconocida solvencia moral y productiva del área conurbada, tal pareciera que fue un llamado abierto a la delincuencia para que venga al sur como invitada de honor, con acceso libre y fácil para cometer fechorías. 

¿Dónde queda entonces la prevención? 

La prevención la ha hecho, sin duda y por méritos propios, el “Observatorio Ciudadano Tampico, Madero y Altamira A.C.” que desde la época en que gobernaba (sin querer) Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, ese grupo mixto de civiles de renombre, con el aval de autoridades federales, del estado y de los municipios conurbados, se dieron a la tarea dificilísima de enfrentar el gravísimo problema de inseguridad que imperaba en la zona, que sufrió de manera cruel e indescriptible un terror verdadero. 

Las claves del éxito para alcanzar la paz y los mejores estándares de confianza ciudadana fueron varias; las juntas periódicas con propuestas y soluciones serias, aportaciones económicas de particulares, para la adquisición de patrullas, instalación de cámaras de seguridad y, sobre todo, un seguimiento presencial de altos rangos, sin escatimar en tiempo y sin poner representantes deslucidos y sin toma de decisiones, como está ocurriendo en un municipio de estos lares.  

Las cifras hablan por sí solas, efectivamente en el sur de Tamaulipas la incidencia delictiva es baja, ocupamos, ahora el cuarto lugar de aprobación nacional (perdimos un puesto), pero eso no debería significar que, porque acá se hace la tarea de manera puntual, el premio se vaya a lugares de Tamaulipas en donde por variadas causas los delitos se desbordan. 

Lo anterior se asemeja a la desordenada e injusta distribución del dinero público que se va a los estados más pobres, sacrificando a las entidades que más producen y aportan al erario federal, como es el caso de Tamaulipas, Nuevo León, Jalisco y uno que otro más: Darle al jodido y huevón, sacrificando al productivo, es cuestión de enfoques que causan polémica pura. 

Ejemplos de buenos resultados sobran: A lo largo de 2024 hubo en la zona conurbada 12 homicidios dolosos, lo que representa el 92 % por debajo de la media nacional.  

También el año pasado solo hubo un solo secuestro en el sur, aclarando que los datos son por carpetas abiertas con denuncias de por medio, resaltando que, en los años 2019, 2020, 2021, 2022 y 2023 no hubo una sola denuncia por secuestro.  

En el año 2024 se registró un índice de 70 robos con violencia por cada cien mil habitantes, situándose al sur de Tamaulipas 49% por debajo de la tasa nacional y la mejor del estado. 

Y prototipos similares los sigue habiendo en causales de delitos, es por ello por lo que valdría la pena que se le ponga estrellita en la frente, darle un aplauso y un diploma y muchos recursos al Observatorio Ciudadano del Sur de Tamaulipas, pero sobre todo a sus ciudades, en lugar de castigarnos por bien portados. 

No andamos para regalar patrullas, ni agua, ni carreteras, ni nada; en verdad, esas y muchas cosas se merece el sólido Sur, todo es cuestión de echarle cerebro y no basarse en pasiones por traumas de inferioridad o envidia. 

Para más datos consulte la página web:  

https://observatorio-ciudadano.vercel.app/ 

vientosdelsur@infinitummail.com 

Guillermo Gutiérrez González

Matamorense de nacimiento, adoptado hace 43 años en Tampico, ex director de Noticieros de Televisa del Golfo por 37 años, autor de la columna “Vientos del Sur” con temas políticos y sociales del acontecer del país, pero con enfoque a Tamaulipas y en especial al Sur de la entidad.